domingo, 14 de octubre de 2012

PATRIMONIO CULTURAL


Práctica 1
Patrimonio Cultural

Cristina Cabello García
Lucía Díez Rodríguez
Esther Blanco Martín
Elena García Merino

El Patrimonio es el conjunto de bienes heredados del pasado que deseamos proteger. Se divide en Patrimonio Natural y Patrimonio Cultural.

El Patrimonio Cultural se define como el conjunto de bienes muebles, inmuebles e inmateriales que hemos heredado del pasado y que hemos decidido que merece la pena proteger como parte de nuestras señas de identidad social e histórica.
  • Los bienes muebles son aquellos que se pueden trasladar de un lugar a otro (pinturas, esculturas, mosaicos, etc.).
  • Los bienes inmuebles son aquellos que no se pueden trasladar (arquitectura, grandes conjuntos monumentales, etc.).
  • Los bienes inmateriales son como el alma del hombre, de cultura transmitida por nuestros padres. No son bienes tangibles.

El Patrimonio Cultural se puede definir también como el conjunto de bienes que han sido creados por los grupos humanos, a lo largo de su historia que han sobrevivido y que deseamos proteger. 

Existen varios tipos de Patrimonio Cultural: el artístico, el arquitectónico, el etnográfico, el inmaterial, el industrial, el arqueológico, el documental, el bibliográfico y el museográfico y lingüístico. Para esta práctica hemos seleccionado cuatro de ellos: el arqueológico, el industrial, el inmaterial y el arquitectónico.

Patrimonio Arqueológico

Se define como patrimonio arqueológico al conjunto de objetos materiales, muebles o inmuebles, o vestigios de cualquier naturaleza que pueda proporcionar información sobre la existencia, cultura, actividades o relaciones de seres humanos en el pasado y pertenecientes a los grupos indígenas que habitaron el actual territorio.
Se incluyen los yacimientos o sitios arqueológicos, es decir todo espacio en la superficie del terreno, en el subsuelo o bajo las aguas territoriales, donde estén conservados los objetos antes mencionados.
Las cuevas de los enebralejos se encuentran a 45 km. de Segovia, en la localidad de Prádena. Esta cavidad natural formó parte de un asentamiento de los primeros momentos de la Edad del Bronce, que se localizaba en el cerro donde se abre actualmente la boca de la gruta. Poco queda ya de las estructuras del poblado, cuyos restos materiales hablan de que fue ocupado por un grupo humano que basaba su economía en la agricultura y la ganadería y que conocía la metalurgia del cobre. 
La cueva fue utilizada como cementerio por los moradores de este poblado, aproximadamente entre 2.100 y 1.800 a.C., según indican los análisis de Carbono 14. Los enterramientos se realizaban sobre el suelo de la cueva, acompañados por un ajuar de vasijas de cerámica, objetos de hueso y ofrendas de alimentos. Además, son numerosas las zonas del interior en las que techos y paredes presentan grabados y pinturas que, seguramente, hay que relacionar con la práctica de los enterramientos, como un aspecto más del ritual funerario.
En 1932, la cavidad fue redescubierta durante las tareas de perforación de un pozo en la finca El Cebadero. Posteriormente se iniciaron varias excavaciones arqueológicas y expediciones de espeleología. Fue en 1983 cuando el Ayuntamiento de Prádena acometió el acondicionamiento de la cueva para su preservación y adaptación para ser visitada, y finalmente en mayo de 1995 se abrió al turismo.
Actualmente, la cueva cuenta con señalización didáctica en el interior, así como con varias recreaciones que se refieren a distintos aspectos de la utilización de la cavidad. En el edificio de acceso se ha instalado una exposición en la que se ponen de manifiesto e interpretan los distintos aspectos de la vida de estos grupos humanos de la Edad del bronce.
Junto a la cueva, y en el lugar que ocuparía el poblado original, se ha construido una réplica de un poblado de la época. Cabañas y reproducciones de distintos objetos que pueden ser manipulados pretenden, como la exposición, acercar al visitante de forma didáctica al conocimiento de la cultura y formas de vida de nuestros antepasados.

El arqueoturismo o patrimonio arqueológico se considera turismo cultural porque está basado en promocionar la pasión por la arqueología  y las iniciativas de conservación de los yacimientos y lugares históricos. 

Patrimonio Industrial

Seguramente ha sido el patrimonio más interesante y controvertido que ha aparecido a partir de la segunda mitad del siglo XX. Interesante porque ha significado la existencia de una gama muy diversa de edificios patrimoniales y porque conceptualmente su valor se mide por unos nuevos parámetros. Y, controvertido porque no corresponde exactamente a los paradigmas que la sociedad tenía sobre el concepto de patrimonio, lo que ha significado que su aceptación no haya sido fácil.
La provincia de Segovia cuenta con un rico y variado Patrimonio Industrial formado por máquinas, construcciones y edificios que en el pasado formaron parte de la industria y que ha llegado hasta nuestros días. Como ejemplo los molinos, martinetes, fábricas de resina, aserraderos, hornos para cal, esquileos, etc. Podemos encontrar hoy en día con un amplio abanico de ejemplos muy emblemáticos y singulares en tierra de Segovia y en el conjunto del territorio nacional (Casa de la Moneda, Fábrica de Vidrio de la Granja, Martinete de Navafría, Real Aserrío Mecánico de Valsaín, Esquileo de Cabanillas del Monte...)
El esquileo de Cabanillas del Monte. De las numerosas casas de esquileo que se construyeron en la provincia de Segovia es la única que se mantiene en su totalidad en pie. Fue declarada Bien de Interés Cultural  el  6  de febrero de 1997 por la junta de Castilla y León. 

En general, todos los esquileos responden a un esquema muy similar. El de Cabanillas del Monte presenta el siguiente programa de distribución:
- Casa noble, destinada a vivienda del propietario y arrendatario, donde la arquitectura  está más cuidada.
- Rancho o sala de esquileo, donde se esquila.
- Bache, donde se introduce a la res para que sude antes de ser esquilada, lo que facilita la labor al esquilador.
- Encerraderos, donde el ganado se guarda, cobija, marca y separa.
- Lonjas, para la custodia y almacenamiento de la lana.
- Oficina, dependencias del esquileo destinadas a la intendencia como panera, despensa, cocina, dormitorio, etc.
En la sala del esquileo hay 6 grandes ventanales orientados al SO más otros 3 en al SE para garantizar una buena iluminación natural. Por todo el perímetro interior existe una percha de madera para colgar los vellones. Destaca también un balcón que tenía como objeto el facilitar a los arrendatarios la supervisión de las tareas del esquileo sin "experimentar el mal olor del  ganado", así como oficiar la Santa Misa a los trabajadores. No pasan inadvertidas las múltiples "pintadas" que hay en los muros interiores de esquileo realizadas con el mismo almagre de marcar las sacas de lana. Algunas de estas pintadas representan pájaros y flores pasando por la caricatura de un dragón francés.
Las ovejas llegaban desde la cañada por una vereda a las proximidades del esquileo y eran introducidas en el bache el tiempo suficiente para que sudaran. De éste eran llevadas al rancho o sala de esquileo, donde ligadas perdían su vellón bajo la tijera del esquilador y una vez esquiladas y desatadas eran conducidas a los encerraderos. En la zona de la peguera eran marcadas con el hierro de propiedad de la cabaña bañado en pez hirviendo. En los encerraderos los pastores iban desviejando sus rebaños, es decir, separando aquellas reses que por su vejez se habían vuelto inútiles para la procreación y la cría de lana de calidad. Posteriormente eran clasificas y ya sólo les restaba esperar la salida del esquileo en dirección a los agostaderos. En el esquileo no se acababan las labores  con la marcha de los rebaños. La lana de venta en sucio se pesaba y se embalaba para su transporte, la de venta en limpio se separaba en función de su calidad y valor comercial y una vez clasificada, se expedía a los lavaderos.
El gran reto de las personas e instituciones por la defensa y conservación del Patrimonio Industrial ha sido llegar a conseguir que los bienes de la industrialización puedan ser considerados como parte del Patrimonio Cultural. Actualmente, se ha llegado a un reconocimiento internacional después de que la UNESCO incluyera varios lugares industriales en la lista de Patrimonio de la Humanidad, pero aún hay en muchos sectores una reticencia hacia él.
El Patrimonio Industrial puede considerarse cultural ya que es un gran recurso para el aprendizaje, tanto para la educación reglada como para la formación continua de cualquier ciudadano.

Patrimonio Inmaterial

El Patrimonio Inmaterial se define como aquellos procesos, lenguas y técnicas que dan lugar a festividades, ritos y tradiciones. Es frágil y más vulnerable que otras manifestaciones de Patrimonio Cultural, ya que depende de actores y condiciones sociales y medioambientales que permitan su florecimiento y supervivencia.
La UNESCO lo define como "el conjunto de creaciones basadas en la tradición de una comunidad cultural expresada por un grupo o por individuos y que reconocidamente responden a las expectativas de una comunidad en la medida en que reflejan su identidad cultural y social."
Según la Convención de 2003 para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial -también llamado patrimonio viviente-, es la raíz de nuestra diversidad cultural y su mantenimiento es una garantía para la continuación de la creatividad. Se define de esta manera:
Patrimonio cultural inmaterial significa las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y habilidades - así como los instrumentos, los objetos y artefactos, los espacios culturales asociados con lo mismo que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconocen como parte de su legado cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, transmitido de generación a generación, es constantemente recreado por comunidades y grupos en respuesta a su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, y les proporciona un sentido de identidad y continuidad, promoviendo de este modo el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana. Para los fines de esta Convención, la consideración se concederá únicamente al patrimonio cultural inmaterial en tanto sea compatible con los vigentes instrumentos humanos de derecho, así como con los requerimientos de mutuo respeto entre comunidades, grupos e individuos, y a un desarrollo sostenible.
El Titirimundi, el Festival Internacional de Títeres de Segovia es uno de los más importantes de Europa que durante una semana se dan cita las mejores compañías de títeres que llenan las calles, teatro y otros edificios de la ciudad, con espectáculos mágicos y divertidos para pequeños y mayores. 
El teatro de títeres, arte ignorado o considerado menor hasta hace 25 años, se ha ganado en Segovia y en España el respeto que merece, y este festival ha contribuido a su divulgación, su conocimiento y su promoción en toda España.
El festival de Segovia ha devuelto al teatro de títeres un merecido crédito, dotando a Segovia y toda la comunidad autónoma de Castilla y León de un original acontecimiento artístico, con prestigio internacional.

El programa del festival acoge a las mejores compañías del mundo, convirtiendo a la ciudad en un teatro abierto en el que tienen cabida todas las técnicas marionetísticas y todos los públicos. Los más pequeños disponen de un programa escolar, en el Teatro Juan Bravo, y más de cien representaciones en las calles, plazas y patios de la ciudad. Durante las tardes, además de los espectáculos abiertos se ofrecen representaciones en recintos del casco histórico de la cuidad dirigidos al público familiar, y las actuaciones nocturnas se reservan exclusivamente para adultos.
En el programa, a parte de los grupos de títeres tradicionales de todo el mundo, también forman parte las compañías que investigan sobre las posibilidades de las sombras, incorporando técnicas audiovisuales o construyendo historias con pequeños objetos o el propio cuerpo, logrando transmitir sencillamente ideas y sentimientos de gran profundidad.
La personalidad de Titirimundi radica en la simbiosis del teatro de títeres con la ciudad y su patrimonio monumental.


Patrimonio Arquitectónico

Tras elegir el lugar del que iba a hablar, me he encontrado con diversos problemas a la hora de definirlo como un solo tipo de patrimonio, ya que los límites, en muchos casos, son muy dispersos. Forman parte de un conjunto Histórico Cultural, pero quería poner como ejemplo un lugar natural modificado por el hombre. Claro está que Los Jardines de San Ildefonso son Patrimonio Cultural, pero definir su tipología era más complicado.
El Patrimonio Arquitectónico es un edificio o conjunto de edificios que con el paso del tiempo ha adquirido un mayor valor al asignado originalmente, reconocido por la sociedad. En cambio, un sitio histórico es el lugar vinculado a acontecimientos del pasado, creaciones culturales, y a obras del hombre que posean valor histórico, etnológico, paleontológico o antropológico. Y, jardín histórico es un producto de la ordenación por el hombre de elementos naturales, a veces complemento de edificios y de estimado interés.
Los Jardines de La Granja, ocupan 176 ha de parterres bosques y bosques delimitados, de las cuales 67 son bosques y sus planos fueron realizados por el ingeniero Merchán. Fueron creados en el Siglo XVIII, siendo uno de los mejores ejemplos que hoy se conservan de los jardines de este Siglo, y planteados por Felipe V. Constan de 26 Fuentes Monumentales, las cuales son de gran interés por sus grupos escultóricos.
Se construyeron bajo la dirección de Rnato Carlier y de Esteban Boutebou, jardinero mayor. Su estilo, diseño y construcción, aunque tiene analogía con Versalles y de Marly tiene su propia personalidad.
Está formado por parterres y bosquetes delimitados con paredes de vegetación formadas por carpe y alineaciones de árboles, en especial tilos y castaños de indias.
Los jardines se plantearon para tener aun más importancia que el propio palacio. El Rey Felipe V planteó su construcción de acuerdo con los gustos franceses, lo que dio lugar a un jardín con abundantes adornos en las fuentes, los grupos escultórico y las estatuas realizadas por Thierry, Demandré, Pitué, Fermín y Bousseau. 
Estatuas de mármol blanco y jarrones del Siglo XVIII decoran las avenidas del jardín que se completan con 26 grandiosas y escultóricas fuentes en plomo pintado imitando el bronce con maravillosos juegos de agua y con personajes e historias mitológicas propias, al igual que Versalles está dedicado a Apolo, que representa al sol; la Granja está dedicada a Diana, que representa la luna.
El agua que las alimenta llega de un depósito situado en la parte superior de la zona ajardinada, y, debido a la zona de gravedad el agua de algunos surtidores alcanza los 40 m de altura.
Se considera a los Jardines Patrimonio Cultural porque: 
  • es heredado del pasado y la sociedad ha decidido protegerlo.
  • está vinculado a acontecimientos pasados, contiene creaciones culturales y obras que poseen valor histórico.
  • se protege con el fin de que lo conozcan generaciones futuras.


1 comentario:

  1. Hola Elena, Cristiana, Esther y Lucía:

    La práctica está bien orientada, tanto la Cueva de los Enebralejos como el Esquileo de Cabanillas son dos recursos turísticos y patrimoniales de primer orden. Respecto al patrimonio arquitectónico sería el Palacio de la Granja y como jardín histórico, los jardines.

    Valoración: 8.

    Saludos.

    Teresa.

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